La exposición al calor de forma constante en el cuero cabelludo reseca el pelo. Y de una forma clara lo que al corto o largo plazo lo hace ver opaco  (y esto no lo queremos ) y sin vida. Por eso es importante no volverse (en ningún momento) adicta al secador; lo ideal es secarlo con aire frío o tibio y en pequeñas secciones de una forma más aconsejable y por poco tiempo, es decir, no apuntar el secador hacia el pelo pero sin moverlo. ¿Consejo? Intenta utilizar secadores iónicos, o de un tipo que sean menos perjudiciales que son más inofensivos.

Lo mismo corre para las planchas: no las uses todos los días a no ser que sea de importancia absoluta e intenta que no esté demasiado caliente mientras lo aplicas; esto quema literalmente las hebras del pelo. Lo ideal es aplicarse serum o cremas protectoras para el cabello antes de exponerlo al calor de la planchao rizadora.